Comenzamos el estudio sistemático de estos sistemas en los ‘90, a partir de la toma de datos interferométricos de estrellas OB y, más adelante, Wolf-Rayet (Benaglia et al. 2001a, 2006, 2007, 2013, 2020a, Benaglia & Koribalski 2004, 2007), completando las observaciones hacia unos 40 sistemas. En los casos de detección de emisión térmica hemos obtenido la tasa de pérdida de masa, y estudiado el salto de biestabilidad, proporcionando la relación viento-luminosidad. Los emisores no térmicos revelaron sistemas con vientos en colisión, algunos de los cuales fueron estudiados en mayor detalle como posibles emisores gamma (Benaglia et al. 2001b, Benaglia 2005, 2010). La propia región de vientos de un sistema O+O, HD 93129A, y quinta hasta esa fecha, pudo ser mapeada usando VLBI (Benaglia et al. 2015). En 2016, publicamos la primera investigación polarimétrica hacia uno de los sistemas más brillantes (WR 146), encontrando emisión depolarizada por debajo del 1% (Hales, Benaglia, et al. 2016). Este sistema fue asimismo el primero detectado a la frecuencia más baja de radio, 150 MHz, en un estudio de todas las estrellas masivas en la región de Cygnus (Benaglia et al. 2020a).
Los bow shocks estelares se han estudiado en el óptico e infrarrojo, por emisión de gas y polvo del medio interestelar apilado debido al movimiento de algunas estrellas que viajan a decenas de km/s. En 2010 (Benaglia et al. 2010a) detectamos tal estructura asociada a la estrella BD+43 3654, con emisión en radio e índice espectral negativo y la propusimos como prototipo de región de aceleración de partículas relativistas. Esto motivó un estudio sistemático de relevamiento de bow shocks hacia estrellas fugitivas, apenas el relevamiento infrarrojo WISE (Cutri et al. 2012) salió a la luz, en el marco de la tesis doctoral de Cintia S. Peri (UNLP, 2014), y construimos el catálogo E-BOSS (Peri et al. 2012, 2015).